El objetivo tiene que ser finito y estar claro desde un principio.
Pensando en que no todo el mundo puede asistir a todas las charlas, cada una de ellas tiene que ser capaz de aportar valor individualmente (en contraposición a necesitar las n-1 anteriores para disfrutar de la n-ésima).
Se recomienda una cierta preparación: las cosas salen mejor cuando se practican, piensan y planifican.
Tener en mente que una charla de media hora bien puede irse a la hora, y una de una hora a las dos; especial cuidado en esto si el tema es muy denso (cargado de abstracciones, temas filosóficos o si se requiere mucho esfuerzo intelectual para seguirlo).
Siempre es importante pensar en el público objetivo: evitemos asumir conocimientos previos, especialmente si la charla es muy de nicho.
Pensar el formato de cada charla: no siempre tiene que ser un monólogo; una o dos pausas en el medio pueden ayudar a restaurar la concentración; pensar también en otras herramientas más allá del power point; puede ser interesante también incluir ejercicios que no sean socialmente incómodos :P